Asisto con sorpresa a una noticia de la caja tonta sobre la aparición de unos simpáticos escualos en la costa mediterránea de Iberia.
Cuando era crío (hace ya, ... buff!) cuatro locos hablaban del cambio climático, de no sé qué historias ecologistas, y algunas barbaridades más. Ahora siguen hablando del tema, incluso los políticos empiezan (aparentemente) a escucharlos. Pero se siguen descojonando de los discursos de estos radicales libres.
Quisiera pensar que es todo parte de un ciclo natural (probabemente ligeramente acelerado) y que la aparición de las medusas primero y los escualos después si se hubiera dado mientras estábamos intentando echar a los fraceses, o a los árabes, o colonizados por las legiones, este tema no hubiera trascendido de esta forma.
¡Pero claro! nuestro querido Pepito Piscinas (especie que se debería haber extiguido hace décadas) no puede sobrevivir a las vacaciones si no es con la sombrilla en una mano y la nevera en la otra, y torrándose al sol de agosto en la costa del Mare Nostrum.
A este tipejo le importa poco el clima, la contaminación, el reciclaje (reci... qué?). Lo único que ansía es a fundir la paga extra de verano en una quincena en el maravilloso Benidorm (sustitúyase por cualquier localidad turística y de servicios del estilo).
Y por qué no se para a pensar en la herencia (no-patrimonial) que les deja a sus hijos en lugar de ignorar que están alborotando medio comedor del chiringuito mientras él disfruta de su clásica paella?
Mientras tanto los que más contaminan y contribuyen a aumentar el efecto invernadero se retiran de los pactos internacionales o se limitan a pagar la multa silenciosamente con el dinero del ciudadano de a pie.
Estos individuos no deberían de continuar su estirpe, ni Pepito Piscinas ni los que se esconden detrás de los lobbys. Deberíamos forzar una selección natural o iniciar una megaguerra que termine con la humanidad y dar paso a otra especie a que domine el planeta: primero fueron los reptiles, luego los mamíferos, quizás les toque el turno a los insectos. Tal vez la idea del exoesqueleto no sea tan mala después de todo, no?
Nos hibridamos con un alien?
Nos mudamos de planeta y vamos a intentar cargarnos otro?
Intentemos hilar cabos... sin ser apocalípticos ni nada parecido.
Primero fueron las medusas, ahora estos primitivos animalicos que han sobrevivido a casi todo...Cuando era crío (hace ya, ... buff!) cuatro locos hablaban del cambio climático, de no sé qué historias ecologistas, y algunas barbaridades más. Ahora siguen hablando del tema, incluso los políticos empiezan (aparentemente) a escucharlos. Pero se siguen descojonando de los discursos de estos radicales libres.
Quisiera pensar que es todo parte de un ciclo natural (probabemente ligeramente acelerado) y que la aparición de las medusas primero y los escualos después si se hubiera dado mientras estábamos intentando echar a los fraceses, o a los árabes, o colonizados por las legiones, este tema no hubiera trascendido de esta forma.
¡Pero claro! nuestro querido Pepito Piscinas (especie que se debería haber extiguido hace décadas) no puede sobrevivir a las vacaciones si no es con la sombrilla en una mano y la nevera en la otra, y torrándose al sol de agosto en la costa del Mare Nostrum.
A este tipejo le importa poco el clima, la contaminación, el reciclaje (reci... qué?). Lo único que ansía es a fundir la paga extra de verano en una quincena en el maravilloso Benidorm (sustitúyase por cualquier localidad turística y de servicios del estilo).
Y por qué no se para a pensar en la herencia (no-patrimonial) que les deja a sus hijos en lugar de ignorar que están alborotando medio comedor del chiringuito mientras él disfruta de su clásica paella?
Mientras tanto los que más contaminan y contribuyen a aumentar el efecto invernadero se retiran de los pactos internacionales o se limitan a pagar la multa silenciosamente con el dinero del ciudadano de a pie.
Estos individuos no deberían de continuar su estirpe, ni Pepito Piscinas ni los que se esconden detrás de los lobbys. Deberíamos forzar una selección natural o iniciar una megaguerra que termine con la humanidad y dar paso a otra especie a que domine el planeta: primero fueron los reptiles, luego los mamíferos, quizás les toque el turno a los insectos. Tal vez la idea del exoesqueleto no sea tan mala después de todo, no?
Nos hibridamos con un alien?
Nos mudamos de planeta y vamos a intentar cargarnos otro?
"Le voy a contar una revelación que he tenido en el tiempo que llevo aquí. Esta me sobrevino cuando intenté clasificar su especie. Me di cuenta de que en realidad no son mamíferos. Verá los mamíferos logran un equilibrio perfecto entre ellos y el hábitat que les rodea. Pero los humanos van a un hábitat y se multiplican hasta que ya no quedan más recursos y tienen que marcharse a otra zona. Hay un organismo que hace exactamente lo mismo que el humano. ¿Sabe cuál es?. Un virus, si los humanos son un virus, son el cáncer de este planeta y nosotros somos esa cura" (Agente Smith)