La improbable existencia de los buenos en silencio



Hay una clase de personas, diseminada por el ancho mundo que es distinta del resto.

La antedicha frase, por sí sola y llanamente, no señalaría ningún descubrimiento. Está demasiado claro que los seres humanos no son todos iguales sino que, por el contrario, son todos distintos, y no es difícil agrupar a algunos de ellos que comparten cierta característica -sea cual fuere ésta- que los diferencie de los otros. Pero lo que diferencia a esta clase distinta de las demás clases distintas es que ésta no muestra ninguna -hágase válida la redundancia- diferencia. Son distintos pero no se sabe.